martes, 18 de enero de 2011

1.-18/01/2011

Si alguno de ustedes pocos o muchos lectores que pudiera tener, es un lector asiduo de este espacio, sabrán que tiendo a dar una breve explicación de lo que escribo y porque lo escribo.  En ocasiones creo que es como una disculpa anticipada por atreverme a ocupar su tiempo.  Hoy me preguntó una compañera de trabajo si creía que hubiera alguien que fuera 100% seguro de sí mismo, a lo que de la manera más honesta contesté que no.  Es extraño como una conversación te remonta a otra con personas y sitios totalmente diferentes, y al escuchar su pregunta recordé una plática que tuve con mi mamá hace uno o dos días.  Empezamos a hablar de ella, de mí, de nuestra relación, nuestras relaciones, la dinámica familiar; de inseguridades miedos y complejos que creo yo son inherentes a la condición humana.  Me decía que a ella le preocupaba heredarme sus traumas miedos y complejos, ya que nuestra relación es muy cercana y compartimos mucho.  La verdad es que en ocasiones si son los padres los que nos vienen a cargar, y terminamos nosotros por cargarlos, pero fuera de ello…
La vida te pega, la vida te roza, te toca, te llega, te carga y terminas cargándola. ¡Qué rico! Que afortunada soy al poder decir que mi familia, mis amigos, la gente que pasa por mi me llega.  Que goce el poder decir que vivo, que tengo miedos, complejos, inseguridades, traumas; y muy a pesar de ellos los vivo y vivo.

Así que mamá, si me estás leyendo repito lo mismo que te dije en esa ocasión: No te preocupes por mí, la vida me tocó y vivo. 


Footnote: Chequen la canción de Luz Casal, postié el link, y me gusta.

Mis noches insomnes...

El vacío que emana tu presencia viene a dejar de lado la culpa de estar junto a ti, de soñar hacer una vida contigo para ya despierta poder entender que nunca he sido de ti.  En cambio a quien le conoce pregunto, siempre en silencio, siempre en secreto; que me cuenten que ha sido de él, que quien lo conoce por alguna extraña razón llegue y susurre, el futuro que la vida le dibujó.  Ansío una vez más en secreto saber de su vida, no porque quiera que regrese a mí.  Busco encontrar las respuestas que su partida se llevó sin que pudiera yo saber que es lo que fue de mí.  Aún el los vestigios de una vida, que el pincel del autor no supo dibujar.  En espera de descifrar los secretos que solo el cantaclaro ha logrado conocer, espero en la divina claridad que únicamente el sacrificio es capaz de plasmar.  Me he comprometido en un nuevo juego, usar las palabras al azar, únicamente tejerlas en atención a su sonido y a las múltiples sensaciones que el pronunciarlas logra despertar.   En el lienzo de los recuerdos, las memorias, y los besos que no te di, no se guardan más los anhelos de saber que hubiera sido de ti y de mí.  No obstante diacríticamente agradezco tu vuelta, pues fue una segunda venida que pude tomar como oportunidad de encontrarte a lo lejos, tenerte cerca, y una vez más descubrir que no fuiste de mí.

No tengo una historia que contar y logro trazar personajes, a partir de ellos me encantaría entrelazar sus vidas y buscar entonces dibujar una historia que fuera lo suficientemente buena como para atreverme a contar.

La mujer era alta, no era delgada ni mucho menos gorda, y albergaba en su ser una serie de incongruencias y ambigüedades, que antes de poder definirla como indefinida, delineaban su identidad, y la marcaban aún más como una mujer cuadrada. Difícil de no descifrar.  Su trabajo era monótono, tedioso, de oficina, y sus noches vacilaban en el tedio aún más.  Su cabello rubio y rizado dibuja su silueta como si fuera un busto que alguien hubiera esculpido con una venda en los ojos, que no le permitía ver más allá.

El en cambio era un hombre aún más alto, su tez era tan obscura que no te permitía ver más allá.  El color era firme, sedoso.  Lo interesante de él no era lo que hablaba si no lo que en el vació de sus ojos lograba callar.

Algo pasa y no logro entender porque todo lo que escribo tiende a ser “retórico” quizá debiera cambiar el señalamiento de persona con tendencias melancólicas al de persona con tendencias retóricas.  Tengo en manos la historia de orugilla, no he logrado terminarla, no he logrado continuar.  He estado presenciando tantas vidas que hasta el día de hoy no he podido tomar una en consideración para hacer de ella una novela, un cuento o un breve relato.  Debo trabajar en mi narrativa y he empezado o creo que voy a empezar por asignarme la tarea de narrar todo, y de todo lo narrado intentar hacer una historia.

Eran las 8 y media de la mañana, y como siempre opté por el “un ratito más.” Tomé el teléfono y oprimí el botón que silenciaria mi despertador lo suficiente para dormirme una hora más.  Otra vez absorta en mi sueño, aún no se si estaba durmiendo o tan solo pretendía dormir… entró mi madre en mi habitación.  Como siempre ese aspecto seco con que amanece en las mañanas.  Las facciones borradas, la mirada dura, un tanto triste, un tanto olvidada.  El pelo desaliñado propio de cualquiera recién levantado de la cama.  Con su particular gesto de cruzar los brazos al entrar a mi cuarto me preguntó: “¿Te vas a bañar, o apago la bomba?”- todos los días me hago la misma pregunta, pues no se si llega en tono de reproche o de cortesía.  Como dije líneas arriba suele llegar y su llegada en una invitación a salir de la cama de manera inmediata y a empezar el día sin mayor premura.  No obstante, una vez realizado el acto su trato es tan amable que te invita a no salir, a permanecer el día en casa y olvidarte de las obligaciones que la monotonía se atreviera a traer a ti.

Eran las 10 cuando estos pensamientos abandonaron mi cabeza, me levanté de la cama y me dispuse a empezar el día.  Siempre llega este momento en que decido no dormir más para una vez que estoy lista me arrepiento de haber tomado esa decisión.  Llega un momento en la mañana, y abundan aún más en la noche los momentos, en que quisiera que el día acabara ya, para congelarse en la noche y no tener que recibir entonces el nuevo despertar.  Ese amanecer que viene con el mismo canto y que repite día con día el tedio andar de trabajar, estudiar, vivir.  Y es que duermo tan poco que a veces me olvido de soñar.

Escribamos de México, de este país que duele en Enero, en Diciembre y en Febrero, que recibe a noviembre con las lágrimas en mano, y roba el mes de julio y agosto siempre sufriendo siempre extraño.

Te regalos mis noches insomnes, mis pensamientos rotos, mis sentimientos añejos.

jueves, 13 de enero de 2011

I've been watching movies... and once more it is all about you. It is all about love.

I have been watching movies, soap operas, TV shows; I have not been into theater and plays, for I have read several for my own.  Books have been read, lives have been observed and yet another year is coming through and I can´t get to figure it out (for what ever it is or could mean).  There might be many dreams, until now I cannot find the one for me.  Perhaps there is no only a dream for each one but a dream for all.  I guess several have said happiness is the ultimate goal, and it might be; as matter of have, happiness to me is nothing but a state of mind, a decision taken for life.  It is more like a vow, or an oath, it probably won’t happen as a glance but is yours to make of it a reality everyday at a certain time.  I have tried to be honest, and as a matter of fact is always at this time of the year that reflection comes to knock on my door.  I don’t know for sure if it has to due with the New Year’s Eve, the Christmas mood, or it’s just a hormonal think; but it clearly comes by at this time of the year.  Time has come and as my people say it never forgets nor forgives, and I am afraid that the year to come would be the one to pay the bill for the mistakes which were made feeling veiled by the guard of hope.

            The thing is that right now, as I have done before, I kind of fall in love with what I like to call my five minutes of inspiration.  Wishing one day my dreams shall come true, and all this that I right under the belief of being either a universal truth, or a stunning revelation of literatures next muse, and then I realize I am only a gal who has some ability to write some rhymes.  I try to be honest, truthful to myself, soul and heart.

miércoles, 5 de enero de 2011

Hoy su nombre no fue Sole, fue Vida

Ésta noche me escribo, decir que con el corazón en la mano sería una gran mentira, pues esta noche no me acompaña la melancolía, sino la razón.  Hoy a la luz de este par de ojos cuya vista se ha alejado de las nubes en la inspiración; puedo ver con serenidad lo que otras veces de mi vista ha logrado escapar.  Confieso que a la luz de la verdad, sin empañar mis juicios con sentimentalismos, emociones, falacias y quimeras; el cuadro no es tan poético o interesante como alguna vez lo creí ser.

¿Qué es lo que te espera en casa, terminado el día en cuanto cae la noche?
La vida
¿Qué te espera a la vuelta de la esquina?
La vida

Muy buenas tardes, mi muy querida amiga vida.  Hace tiempo que no platicaba contigo, hace tiempo que no enfrentaba a ti.  Sin embargo, tú no me has dejado de lado, y pese a mi ausencia, distancia, displicencia, hete aquí. Hete mía, hete en mí.  Es buena la tarde, la noche, los días y la compañía.  Eres buena conmigo mi muy querida amiga vida. Es complaciente aunque se me haga tarde, reencontrarme una vez más; y hacerlo en ti.

Datos personales

Mi foto
Tierron/Tierrancho, Laguna, Coahuila, Mexico
Pues bien a mi me ha dado por escribir. Algunas veces me confiezo soñadora y llena de esperanzas, pero otras permito que escriba El Francotirador que es a quien le es más fácil hablar de este mundo en aquellas ocasiones en que la esperanza y la ilusión se pierden en mis manos. Entonces aparece Franco que siendo tan franco cae en lo pesimista, en lo realista. Espero les gusta la mancuerna que hacemos, saludos. A grandes razgos, no hace falta más que leerme un poco para conocerme bastante.