…Pero ¡Ah, qué feo se siente! Y es que hay días en que por azares del destino el dinero sale y nomás no entra, y todavía no cae cuando ya se debe. Y así tristemente me ha tocado pasar los primeros días de esta semana, temiéndome que lo que resta de ella la he de pasar igual. Si bien es cierto que mi economía nunca ha sido la más próspera, ya hace rato que me había administrado un poco mejor para no estar en la actual situación. La verdad es que no traigo un peso, ahora sí que ni para el parquímetro, lo que es una ironía increíble, porque no le pongo por no traer plata, me quitan la plata, y luego a final de la semana resulta que llega mi sueldo y me quedó sin él precisamente por detalles como el de las multas, que son gastos imprevistos, que de traer dinero en el bolsillo no se hubieran generado.
Gracias a Dios primeramente, y a mí Padre que (mucho o poco) trabaja y me mantiene, mis apuros económicos no pasan a más de no poder pagar mi celular, traer el coche con un cuarto de gasolina en el tanque (porque le he ido poniendo de a como he ido juntando) y verme en la triste necesidad de no poder comprar cigarros.
Creo fue nuestro H. Secretario de Hacienda quien dijo que con ingreso de 6,000 pesos mensuales una familia puede subsistir cubriendo todas sus necesidades. Aunque suene descabellado, lo triste es que en nuestro país hay gente que se ve en la penosa necesidad de subsistir con menos. Mi ingreso mensual supera (por poco, no crean que por mucho) la cantidad que según el Señor Ernesto Cordero debería de ser suficiente para mantenerme con todas las de la ley, sin embargo me las estoy viendo negras. Ahora, más que nunca entiendo a mi papá cuando se pone de genio, y es que está cabrón eso no de no traer un peso en la bolsa.
Pero ¿qué pasa con la gente que se ve en la misma situación que yo, pero que tienen que mantener una casa?
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