De Noches Insomes

De  noches insomnes se van tejiendo los sueños, mientras que los silencios en tanto incómodos logran tocar la oda a la soledad.  Las ganas de no dormir traducidas en miedo a los sueños son aún más latentes cuando el miedo que se tiene es al no soñar.  Elevado entre el llanto de los dolidos y el grito ahogado de quien no sabe más se escucha en ocasiones el cantar del bandido que de entre tantos parece ser sólo un huérfano más.  De ingratas sonrisas y gestos sin maña se van llenando los recuerdos y los rostros que se ven pasar, pasando de largo unos entre otros y es sólo sus ojos lo que no han logrado ocultar.  De los miedos que se van creando telarañas de las que más temprano que tarde por alguna extraña razón no se han de querer soltar.  En la soledad de reconocerse como tal, no tenía más opción que abrazarse, siempre con el miedo que de ser así la comodidad invadiera sus piernas de tal suerte que no le dejara caminar.  Hace tiempo ya que se había conciliado con ella, peor en ese afán de mitigarla lo único que había logrado era embelesarse, pretender encontrar un control que en realidad no conociera y arriesgar los huesos, el alma, quizá a la familia a quien amaba más.  Benditos trucos que le jugaron la mente terminaron por hacerle sentarse a esperar, aceptar y pronunciar que de entre tantos miedos yacía el de emprendido el viaje no saber como regresar.