Y yo te busque en mi mente, y desde siempre te he descrito, no se si quiero que seas alto, quizá me importaría muy poco que fueras moreno, blanco, delgado. Debo admitir que me encantaría que tus cejas fueran bastas, pobladas, que tuvieras una dentadura linda, y unos labios pulcros, delineados, con un color casi blanco para que solo se sonrojaran al besar mis labios, tu boca ha de ser pronunciada sin caer en una exageración, y esa nariz que resalta tu cara ha de ser grande, lo más lejana a la perfección... Tus ojos vida mía que sean obscuros, negros, negros como tomo mi café, negros como mi alma, como mi conciencia, negros y profundos, que tu mirada se pierda entre tantos ojos cielo, y que solo ante mi te delates. En ese momento en que tu mirada desnude tu alma, tierno, cándido, solemne y frente a mi, solo entonces sabré que eres el hombre más guapo del mundo, que eres ese hombre más guapo que cualquiera, y que gracias a Dios no eres mío, así nunca serás de nadie, porque de ti no he de enamorarme; si no eres tu el único dueño de ti. Más allá de reconocerte como hombre, quiero primero conocer esa persona, y corazón es que yo a ti te he conocido desde siempre, desde que me atreví a soñar en ti, desde el primer momento en que te concebí, tan solo como una idea, como un vago bosquejo, como un deseo guajiro. Me alegro de haberte soñado, de no ser así no sería posible llegar a tu lado y descansar mi vanidad, mi debilidad, mi seguridad, junto en ti, y alma; nunca descansar en ti. Debo confesar que te he soñado, pero nunca habré de confesar más, eso implicaría alguna vez ocultarlo y entre tu y yo vida, el único misterio van a ser nuestras formas de amar.
Y sigo pensando en ti, imaginando como te he de conocer, las cosas que diremos durante esa primera vez, siempre con la duda de saber si te reconoceré el día que llegues. Admito que tengo un poco de miedo, miedo de verte y no saber que eres tu, de que llegué el momento en que nos topemos, y más allá de ser lo que siempre he soñado seas simplemente tu, un hombre simplemente un hombre, no se si sabré reconocer si me quieres, si aceptaré que te quiero también, y es que te he soñado tanto, te he esperado tanto, te he buscado tanto, que de no encontrarte estoy segura que me quebraré.
Seamos un poco más sincero corazón, y la verdad es que hay momentos en los que siento exigir mucho, y en los que desearía exigir más, sin embargo la única realidad es que por mucho que yo te sueñe, y por muy lejos que mis aspiraciones poéticas pretendan llegar, corazón, es imposible besar y tocar un ideal.
Amor... muero por quererte.
1 comentario:
no mameeees!! jajajaja simplementeee wow!!
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