Dilemas

Y si lograra callar el mundo, y escuchar las voces que hay en mi interior, si callara el murmullo y el bullicio y pusiera más atención a todo lo que dice el cuerpo, el alma, la mente, y pudiera tener la certeza de que toda esta confusión, estas ganas, esta intensidad, esta inspiración no son solo ráfagas fugaces, de ese mal que tengo entendido se conoce como el ímpetu de la juventud, la euforia, mecanismos que me hagan huir de una responsabilidad que no quiero enfrentar. La verdad creo, supongo que se que no le tengo miedo a esa responsabilidad de tomar las riendas de mi vida, de tener trabajo, un hogar, una familia, no considero esta necesidad mía una ficción del cerebro por fugarme, olvidarme, evadirme. Sin embargo tengo un miedo tan cierto y tan racional en cuanto a se refiere a tomar una decisión equivocada. Me da miedo que en realidad no sea lo que yo creo, sino que sea lo que pudiera aparentar. Es bien raro, y pienso y pienso y medito, y me doy cuenta de que muchas veces lo que anhelo no pareciera ser lo más conveniente. Y tengo platicas con una y mil gente y sigo dándome cuenta cada vez de más cosas, creí no tener sueños ni metas que perseguir, admiro la gente que es tenaz, y veo que ellos, que conozco, que veo perseguir y realizar sus sueños han seguido en cierta forma los estándares que nos van marcando la sociedad un tiempo y un orden. No les miento cuando reconozco que a mí si algo me cuesta es mantener un orden, que me aburre la monotonía, y que me cansa la rutina. Pero esta idea de darme un semestre sabático otra vez, se me ha venido tanto y tanto a la cabeza, que me confunde, que siento una corazonada, muy raro, la verdad mi ser me dice que necesito tomármelo y que las razones son las correctas, pero de forma racional no puedo entenderlo y a veces llego a la conclusión de que esta decisión más que ser una decisión racional pareciera ser una decisión reaccional. Hay ya no se ni que pensar, tengo que aprender a dejar de pensar un poco supongo, no se si todo sea producto del acelerado proceso mental que una y otra vez se lleva a cabo en mi cerebro, o tenga que ver con las desveladas y mi incapacidad ante conciliar en sueño. En fin sea todo esto un artífice de mi imaginación o no, y aunque se pudiera pensar que no es más que una respuesta ante el estímulo que recibo de un mundo exterior y ajeno al mío, tengo ésta inquietud, y siento que ahora es el tiempo, lo pienso, lo medito, y trato de no tomar una decisión errónea. Siento que este tema debería de discutirlo con mi mamá y con mi papá siento que son los que en esto caso, tienen no sólo todo el derecho a opinar, y a que su opinión sea tomada en cuenta, sino que siento que son los que me pudieran orientar de una mejor forma. Lo que pasa es que no se como plantearles mi dilema, no por falta de confianza, si de algo yo estoy segura es que si en alguien puedo confiar, tener la certeza de que me van a apoyar, me van a guiar, y ante todo quieren lo que sea mejor para mi y representen en mi vida, satisfacción, felicidad, bienestar, son ellos. Pero tengo miedo de los argumentos con que pudiera defender mi inquietud, mi necesidad, mi iniciativa, tengo miedo de lo que pudiera ser que provocara este deseo en mí, en fin.