Hola, ¿Cómo estás? Si quisieras saber como estoy, te digo que yo estoy perdida, que extraño que me llames, que extraño leerte, que extraño oír tu voz, que extraño querer verte. Si quisieras saber como estoy, ve sabiendo que tengo miedo, que tengo miedo de no verte, que tengo miedo de perderte ahora que no te tengo, tengo miedo que ya no quieras conocerme, y que ya no extrañes verme. Yo no suelo ser ridícula, no soy tierna, ni aprehensiva. Pero tú me volteaste a ver, y volví a sentirme niña, volví a sentir que alguien se fijaba en mí, soñé con que tal vez tú a mí, me querrías. Ya no te interesa más saber de mi, te atreviste a lastimarme y yo lo permití, probablemente no fuera esa tu intención, probablemente fue el destino que de mi se burló. Pero tu actitud, tu indiferencia, tu soberbia, tu ego, tu vanidad; todo tu me has hecho mal. Sigo queriendo saber como estas, sigo esperando toparme contigo en alguna calle, escuchar algún día tu voz y ver que estás ahí, que sigues ahí, que no te has ido, quiero seguir leyéndote, seguir hablándote, seguir conociéndote, pero esta vez para darte las gracias, por haberme lastimado y haberme hecho crecer, por haberme demostrado que no estaba yo mal en haberme cerrado antes, y que no estuve mal en haberte permitido entrar, probablemente tu no merecías la invitación, la verdad es que pensándolo bien no entiendo quien fue que te invitó, lo más probable, lo más seguro, llegaste sin invitación, sin avisar, de golpe y sin haber sido requerido, en fin, llegaste, y estuvo bien, llegaste y aprendí, llegaste y te conocí y para la próxima ya lo se, que lo malo no fue haber dejado entrar, lo malo es que cuando abrí la puerta tu fuiste el que llegó, entraste tu y no alguien que si quisiera ser parte de mi, llegaste tu que solo buscabas divertirte, tenerme ahí, no de adorno, no de compañía, mucho menos de trofeo, sino ahí en el baúl de los recuerdos, en la lista de las conquistas, en la colección de "locas" que te han hecho sufrir, que te hacen quedar mal, que se aprovechan de ti. Y si me llegaras a querer aunque sea un ratito, que Dios se apiade de ti, porque a mi no se me puede querer por un rato, una vez queriéndome quedaría yo impregnada en tu piel, y entonces si no sabrías dónde esconderte para olvidarte de mi, ni dónde buscarme, ni cómo buscarme para volver a tenerme cerca de ti.
Un sitio que alimenta mi ego dejando huella de las ideas que pasan por mi cabeza, un gesto de humildad en mi platónico afán de escribir y publicar.
lunes, 30 de noviembre de 2009
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Datos personales
- Elena Iduñate
- Tierron/Tierrancho, Laguna, Coahuila, Mexico
- Pues bien a mi me ha dado por escribir. Algunas veces me confiezo soñadora y llena de esperanzas, pero otras permito que escriba El Francotirador que es a quien le es más fácil hablar de este mundo en aquellas ocasiones en que la esperanza y la ilusión se pierden en mis manos. Entonces aparece Franco que siendo tan franco cae en lo pesimista, en lo realista. Espero les gusta la mancuerna que hacemos, saludos. A grandes razgos, no hace falta más que leerme un poco para conocerme bastante.
3 comentarios:
Apenas me tope con este blog, me encanta como escribís.
Si estas perdida, perdida en tus otros yo's por lo menos te perdés en vos y no en las estupicedes del mundo como casi todos nosotros.
Yo tambien me siento asi, quisiera estar perdida con mis otras yo's o mi silencio, es mucho mejor, aunque sienta un nudo grandisimo en la garganta de tantas palabras que me he tragado por que sinceramente no tengo a nadie, me utilizaron y no quiero mas eso.
Gracias por haber hecho uso de este espacio que no es sino tuyo, y de todo aquel que por extrañas razones ha venido a parar aquí, y como dice la invitación ha soportado mis palabras. Hace poco supe de una frase que me ha encantado, "La Melancolía es la felicidad de estar Triste" no se trata de buscar siempre estar triste, creo, sino de aprender a disfrutar de los momentos que nos provocan dolor para obtener de ellos el mayor crecimiento posible, y agradecerlos. Muchas gracias otra vez por pasar, saludos.
Leerte, pensarte, pensar que te leo
que te leo leyéndome acaso.
Querer leerte y quererte leyendo,
quererte leyendo, quererte quiero.
Pensarte, pensarnos, leyendo acaso.
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