... que a mi tía Cory le habían diagnosticado cáncer de mama. Antes de continuar con el relato, disculpen de antemano que dibague tanto pero lo cierto es que para poder tener una idea del impacto que tuvo esta situación en mi vida debo hacer un pequeño relato de la dinámica familiar de mi casa, de mi gente.
Yo nací en una casa, con un papá, una mamá, Librada y más tarde se vino a incorporar un hermano. Decir que ellos son mi familia sería decir una verdad a medias, toda vez que tanto mi papá como mi mamá son muy apegados a sus repectivas familias cada uno, lo que hace de mi familia un numeroso grupo de personas entre primos, vecinos, tíos, tíos abuelos, no tan tíos y arrimados. La familia de mi mamá que es la que ahora nos ocupa tiene una historia interesante, y su integración es aún más interesante. Todo empieza con Mamá Alita Saarabia, que se vió obligada a casarse con Nicolás Jauregui (viudo de su hermana Adriana y papá de sus sobrinos Nicolás y Adriana). Tuvo bastante hijos y por cuestiones que hasta la fecha me son desconocidas, se vino a vivir y sobrinos a Torreón. Una de sus hijas, Cointa; se casó con Apolo Flores. De acuerdo a las opiniones de mi abuela, y de quienes lo conocieron Apolo era todo un caballero (creo que de haberme conocido le hubiera frustrado saber que por bisnieta no tíene precisamente a una dama), educado, Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de México, un hombre íntegro y de firmes nobles y honradas convicciones. Apolo murió unos años después de Leucemia, dejando a su esposa con 7 hijos, la mayor; su Muñeca Carito de 15 años y el menor a pocos meses después de haber cumplido el año. Como anteriormente lo dije, Apolo era un hombre de nobles y honradas convicciones, por lo que en su lecho de muerte renunció a la pensión que le correspondía a su familia con la firme idea de que "Su familia no habría de vivir a costa del estado." Lamentablemente de honestidad no se come, y la situación de su familia fue precaria tras la muerte del sostén de la familia.
Carito tuvo que abandonar la escuela justo al terminar secundaria para ayudar a su madre con los gastos de la casa y el cuidado de sus hermanos, Cointa su esposa; que había dedicado su vida al cuidado de la casa tuvo que salir de sus laureles para enfrentarse a la vida laboral y a la difícil situación de ser viuda en aquellos tiempos. Aún no sé porque pero poco tiempo después de que mi Bisa (Cointa) quedara viuda hubo una ruptura muy fuerte con varias de sus hermanas. Narro esta situación porque es a partir de aquí que yo atribuyo el imperante amalgamiento con que en mi familia nos hemos venido relacionando.
... En fin, me enteré que a mi tía Cori le habían diagnosticado cáncer, y por primera vez, esa palabra que me parecía no solo temible sino lejana vino a enfrentarseme, y la conocí tan real, que citando a mi tía hoy por hoy "El cáncer me la pela."
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