Yo le pido a Dios, que me cuides el alma, como me cuidabas en vida
Que guíes tu mis pasos, como cuando este mundo me enseñaste a andar.
Que regreses mañana, o quizá hasta mayo, y que año con año el día de mi cumpleaños me vengas a abrazar, yo le pido a Dios que estando tan lejos me cobijes los sueños, que veles mi días y calmes mis fiebres como fue alguna vez, que regreses andando como cuando llegabas cansado del trabajo y que sea esta ausencia tan solo un viaje del que piensas volver.
Que me cuides el alma como me cuidabas en vida, que guíes tu mis pasos como cuando este mundo me enseñaste a andar.
Un día desayunando quiero sentir tu abrazo, y camino al colegio te quiero escuchar, quiero que regresen los días de antes, y que como antes me quieras contar, que fue de tu vida, como vivir la mía esos sabios consejos que la vida te dio. Que compartas el alma conmigo a lo lejos, y de noche en mis sueños vengas a visitar, que me beses la frente vuelvas a contar un cuento y me enseñes esa canción que nunca supe entonar.
Que me cuides el alma como me cuidabas en vida que guíes tu mis pasos como cuando un día me enseñaste a andar.
Y volar a tu lado abrazada a tu espalda, jugar con tu cabello conocerte más. Quiero recordar tu vida en mi presente quiero verte siempre y en todo lugar, que me prestes tus alas tan solo un momento, para subir al cielo y no extrañarte más.
Que me cuides el alma como me cuidabas en vida, que guíes mis pasos como cuando un día aprendí a caminar, quiero tenerte a mi lado, llamarte Abuelo, para cuando la diga alguien responda al llamado y no se quede tan solo en una referencia, que sea un llamado que reciba respuesta.