Si alguno de ustedes pocos o muchos lectores que pudiera tener, es un lector asiduo de este espacio, sabrán que tiendo a dar una breve explicación de lo que escribo y porque lo escribo. En ocasiones creo que es como una disculpa anticipada por atreverme a ocupar su tiempo. Hoy me preguntó una compañera de trabajo si creía que hubiera alguien que fuera 100% seguro de sí mismo, a lo que de la manera más honesta contesté que no. Es extraño como una conversación te remonta a otra con personas y sitios totalmente diferentes, y al escuchar su pregunta recordé una plática que tuve con mi mamá hace uno o dos días. Empezamos a hablar de ella, de mí, de nuestra relación, nuestras relaciones, la dinámica familiar; de inseguridades miedos y complejos que creo yo son inherentes a la condición humana. Me decía que a ella le preocupaba heredarme sus traumas miedos y complejos, ya que nuestra relación es muy cercana y compartimos mucho. La verdad es que en ocasiones si son los padres los que nos vienen a cargar, y terminamos nosotros por cargarlos, pero fuera de ello…
La vida te pega, la vida te roza, te toca, te llega, te carga y terminas cargándola. ¡Qué rico! Que afortunada soy al poder decir que mi familia, mis amigos, la gente que pasa por mi me llega. Que goce el poder decir que vivo, que tengo miedos, complejos, inseguridades, traumas; y muy a pesar de ellos los vivo y vivo.
Así que mamá, si me estás leyendo repito lo mismo que te dije en esa ocasión: No te preocupes por mí, la vida me tocó y vivo.
Footnote: Chequen la canción de Luz Casal, postié el link, y me gusta.
Footnote: Chequen la canción de Luz Casal, postié el link, y me gusta.
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