Ésta noche me escribo, decir que con el corazón en la mano sería una gran mentira, pues esta noche no me acompaña la melancolía, sino la razón. Hoy a la luz de este par de ojos cuya vista se ha alejado de las nubes en la inspiración; puedo ver con serenidad lo que otras veces de mi vista ha logrado escapar. Confieso que a la luz de la verdad, sin empañar mis juicios con sentimentalismos, emociones, falacias y quimeras; el cuadro no es tan poético o interesante como alguna vez lo creí ser.
¿Qué es lo que te espera en casa, terminado el día en cuanto cae la noche?
La vida
¿Qué te espera a la vuelta de la esquina?
La vida
Muy buenas tardes, mi muy querida amiga vida. Hace tiempo que no platicaba contigo, hace tiempo que no enfrentaba a ti. Sin embargo, tú no me has dejado de lado, y pese a mi ausencia, distancia, displicencia, hete aquí. Hete mía, hete en mí. Es buena la tarde, la noche, los días y la compañía. Eres buena conmigo mi muy querida amiga vida. Es complaciente aunque se me haga tarde, reencontrarme una vez más; y hacerlo en ti.
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